Caemos en el automático y en la falsa creencia de que los resultados llegarán, de que la suerte estará de nuestro lado, de que la felicidad la encontraremos a la vuelta de la esquina y de tantas cosas más que nos contamos en una actitud mayormente pasiva o de que misteriosamente el universo hará lo que nos merecemos.
Esta frase "cuanto más entreno, mas suerte tengo" me estuvo dando vueltas en los últimos días y me quedó muy presente. De algún modo, me hace entender no solo a la acción de entrenar (sea lo que sea que hagas) sino a la acción de observar el entrenamiento y la práctica como el único camino que eleve la consciencia de nuestro saber y de nuestro ser. Porque no alcanza con saber teóricamente los pasos necesarios a seguir. ¿Es importante? Probablemente. Pero mejor que saber, es saber hacer y saber ser.